Todo el mundo puede saber cuando su gato está sano, o está cerca de contraer una enfermedad, muy sencillo, un gato sano se conserva alerta, seguro, atento a todo lo que sucede a su alrededor. Pero además es importante realizarle exámenes periódicos que pueden ser realizados por el mismo propietario. Un rápido reconocimiento cuando lo asea o cuando está en nuestro regazo, batará para tener una idea de su estado. Cuando se realiza esta revisión se debe tener en cuenta:
- Parte trasera. Alrededor del ano, limpia, sin signos de irritación o diarrea.
- Piel y pelaje. Debe ser lustroso y limpio, ligero al tacto, sin rasguños, ni heridas, ni pulgas, ni calvicies.
- Orejas. La parte externa puede estar un poco sucia, lo cual debe limpiarse. La parte interna debe tener un color rosa pálido y sin signos de secreciones o restos de cera oscura.
- Ojos. Deben lucir claros y brillantes, sin secreciones. Si el tercer párpado resulta visible, significa que el animal no está bien.
- Nariz. Debe ser suave y aterciopelada, no debe haber costras en su superficie, y los orificios nasales deben estar libres de secreciones. Si estornuda continuamente, vea al veterinario, pues puede tener un virus que afecte el sistema respiratorio. Seguir leyendo